Es una pieza que mezcla elegancia y naturalidad, capaz de destacar tanto en un comedor familiar lleno de luz como en un espacio corporativo de alto nivel.

No son patas convencionales, sino elementos escultóricos que se abren con sutileza hacia el suelo. Ese juego de curvas genera estabilidad y al mismo tiempo aligera la estructura, evitando que se vea pesada.

Con contraste entre lo sólido del mármol y la ligereza del vidrio le da un carácter contemporáneo y elegante.